Jesús condena la ley del talión
XXXI 1. Oísteis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
2. Mas yo os digo: No resistáis al mal.
3. Y al que te golpeare la mejilla derecha, preséntale también la otra.
4. Y al que quisiera llevarte a juicio para quitarte tu ropa, dale también el manto.
5. Y al que te hiciese andar cargado durante mil pasos, acompáñalo dos mil.
6. Al que te pidiere, dale. Y al que te tomare prestado, no se lo vuelvas a pedir.
7. Haced con los hombres lo que quisierais que ellos hicieran con vosotros.
Jesús ordena a sus discípulos devolver bien por mal
XXXII 1. Oísteis que se dijo a los antiguos: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.
2. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos.
3. Bendecid a los que os odian y orad por los que os persiguen y os calumnian.
4. Para que seáis hijos de vuestro Padre, que está en los cielos.
5. Porque él hace salir el sol para malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
6. Porque si amáis a quienes os aman, ¿qué recompensa mereceréis?
7. ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
8. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracia tendréis? ¿No hacen acaso igual los pecadores?
9. Y si prestáis a quien os lo puede devolver, ¿qué mérito hacéis con ello?
10. Porque también los pecadores hacen lo mismo, para recibir otro tanto.
11. ¿Qué hacéis de más deseando salud a los que os la desean?
12. Así que habéis de hacer el bien a vuestros enemigos y amarlos.
13. Y prestar sin esperar nada por ello.
14. Y grande será así vuestro galardón.
15. Porque seréis hijos del Altísimo, que es benigno para los malos e ingratos.
16. Sed misericordiosos, porque vuestro Padre es misericordioso.
17. Procurad ser perfectos, como lo es vuestro Padre celestial.
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