Genealogía y natividad de Jesús [No versículos 1 - 33]
V1. Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
2. Abraham engendró a Isaac, e Isaac engendró a Jacob, y Jacob engendró a Judá y a sus hermanos.
3. Y Judá engendró de Thamar a Phares y a Zara, y Phares engendró a Esrom, y Esrom engendró a Aram.
4. Y Aram engendró a Aminadab, y Aminadab engendró a Naassón, y Naassón engendró a Salomón.
5. Y Salomón engendró de Rachâb a Booz, y Booz engendró de Ruth a Obed, y Obed engendró a Jessé.
6. Y Jessé engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.
7. Y Salomón engendró a Roboam, y Roboam engendró a Abia, y Abia engendró a Asa.
8. Y Asa engendró a Josaphat, y Josaphat engendró a Joram, y Joram engendró a Osías.
9. Y Osías engendró a Jostam, y Jostam engendró a Achâz, y Achâz engendró a Ezequías.
10. Y Ezequías engendró a Manasés, y Manasés engendró a Amén, y Amén engendró a Josías.
11. Y Josías engendró a Jechônias y a sus hermanos, en la transmigración de Babilonia.
12. Y. después de la transmigración de Babilonia, Jechônias engendró a Salathiel, y Salathiel engendró a Zorobabel.
13. Y Zorobabel engendró a Abiud, y Abiud engendró a Eliachim, y Eliachim engendró a Azor.
14. Y Azor engendró a Sadoc, y Sadoc engendró a Achim, y Achim engendró a Eliud.
15. Y Eliud engendró a Eleazar, y Eleazar engendró a Mathán, y Mathán engendró a Jacob.
16. Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, el cual es llamado el Cristo.
17. De manera que todas las generaciones, desde Abraham hasta David, son catorce generaciones y, desde David hasta la transmigración de Babilonia, catorce generaciones y, desde la transmigración de Babilonia hasta el Cristo, catorce generaciones.
18. Y al Cristo Jesús se le creía hijo de José, que fue hijo de Elí.
19. Que fue de Mathat, que fue de Leví, que fue de Melchí, que fue de Janna, que fue de José.
20. Que fue de Mattathias, que fue de Amós, que fue de Nahum, que fue de Esli.
21. Que fue de Naggai, que fue de Maat, que fue de Mattathias, que fue de Semel, que fue de José, que fue de Judá.
22. Que fue de Joaana, que fue de Rhesa, que fue de Zorobabel, que fue de Salathiel.
23. Que fue de Neri, que fue de Melchi, que fue de Abdi, que fue de Cosam, que fue de Elmodan, que fue de Er.
24. Que fue de Josué, que fue de Eliezer, que fue de Joreim, que fue de Mathat.
25. Que fue de Leví, que fue de Simeón, que fue de Judá, que fue de José, que fue de Jonán, que fue de Eliachim.
26. Que fue de Melea, que fue de Mainán, que fue de Mattatha, que fue de Nathán.
27. Que fue de David, que fue de Jessé, que fue de Obed, que fue de Booz, que fue de Salmón, que fue de Naasón.
28. Que fue de Aminadab, que fue de Arám, que fue de Esrom, que fue de Phares.
29. Que fue de Judá, que fue de Jacob, que fue de Isaac, que fue de Abraham, que fue de Thara, que fue de Nachor.
30. Que fue de Saruch, que fue de Ragau, que fue de Phalec, que fue de Heber.
31. Que fue de Sala, que fue de Cainán, que fue de Arphaxad, que fue de Noé, que fue de Lamech.
32. Que fue de Mathusala, que fue de Enoch, que fue de Jared, que fue de Maleleel.
33. Que fue de Cainán, que fue de Enós, que fue de Seth, que fue de Adán, que fue de Dios.
34. Y el nacimiento de Jesucristo ocurrió así: Que, estando María, su progenitora, desposada con José, antes que cohabitasen, se encontró haber concebido del Espíritu Santo.
35. Y José, su marido, que era justo, no quiso, infamarla, y se propuso abandonarla secretamente.
36. Y, cuando en ello pensaba, he aquí que el ángel del Señor le apareció en sueños, y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a tu esposa bajo tu protección, porque lo que en ella se ha engendrado del Espíritu Santo es.
37. Y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados.
38. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor al profeta, que vaticinó: He aquí que la virgen concebirá, y parirá un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que, declarado, es: Dios con nosotros.
39. Y, despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había ordenado, y recibió a su mujer.
40. Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito, al cual, conforme al mandato del ángel, puso el nombre de Jesús.
41. Por aquellos días Augusto César promulgó un edicto para que toda la tierra fuese empadronada.
42. Este empadronamiento primero se llevó a cabo en la época en que Cirino era gobernador de la Siria.
43. E iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
44. Y José, por cuanto era de la casa y familia de David, subió a la ciudad de éste, llamada Bethlehem, de Judea, desde la de Nazareth, de Galilea, llevando consigo, para ser empadronado, a María, su esposa, la cual se hallaba encinta.
45. Y, aconteció que, estando ellos allí, se cumplió el tiempo en que a María le tocaba dar a luz.
46. Y parió a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, por no haber encontrado lugar para ellos en el mesón.
Aparece el ángel a los pastores
VI 1. Y había, en aquella comarca, varios pastores, los cuales velaban y hacían centinela nocturna sobre su grey.
2. Y, de improviso, el ángel del Señor apareció ante ellos, y los cercó con un resplandor de luz divina, lo cual los llenó de sumo temor.
3. Entonces el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí que vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo, y es que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo o Mesías, Señor Nuestro.
4. Y sírvaos de señal que hallaréis al niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.
5. Y, al punto mismo, se dejó ver con el ángel una multitud de los ejércitos celestes, que alababa a Dios, clamando:
6. Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
7. Y, luego que los ángeles se apartaron de allí, y volaron al cielo, los pastores se dijeron los unos a los otros: Vayamos a Bethlehem, y seamos testigos de este prodigio que acaba de suceder, y que el Señor nos ha manifestado.
8. Y caminaron a toda prisa, y hallaron a María, a José, y al niño reclinado en el pesebre.
9. Y, viéndolo, se certificaron de todo lo que se les había dicho de aquel niño.
10. Y todos los que conocían el suceso se maravillaron igualmente de lo que los pastores les contaban.
11. María, empero, guardaba todas estas cosas dentro de sí, confiriéndolas en su corazón.
12. Y los pastores se volvieron, sin cesar de alabar y de glorificar a Dios por todas las cosas que habían visto y oído, según se les había anunciado.
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