quarta-feira, 15 de junho de 2022

EL EVANGELIO DE TACIANO (Diatessaron) caps. 7 e 8

 


Jesús es llevado por sus padres a que lo circunciden

VII 1. Y, pasados los ocho días legales para circuncidar al niño, llamaron su nombre Jesús, nombre que el ángel le había puesto, antes que hubiese sido concebido en el vientre de su madre.
2. Y, cumplido asimismo el período de la purificación de María, conforme a la legislación mosaica, lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. Porque escrito está en su santa ley: Todo varón que naciere el primero me será consagrado.
3. Y llevaron su ofrenda de un par de tórtolas o dos palominas, como ordena también la ley del Señor.
4. Y, en aquella sazón, había en Jerusalén un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, el cual esperaba la consolación de Israel. Y en Simeón moraba el Espíritu Santo, y éste le había revelado que no moriría sin haber visto al Cristo.
5. Inspirado por él, fue al templo. Y al entrar el niño Jesús con sus padres, para practicar lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, saca en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa, porque mis ojos han visto tu salvación, que has aparejado, en presencia de todos los pueblos, como luz para ser revelada a los gentiles, y como gloria de tu pueblo de Israel.
6. Y su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que de Jesús se decían.
7. Y Simeón bendijo a entrambos, y advirtió a María: Este niño que aquí ves está destinado para ruina y para resurrección de muchos en Israel y para ser digno de contradicción. Y una espada, de ti misma salida, atravesará tu alma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones.
8. Vivía también entonces la profetisa Ana, hija de Phanuel, de la tribu de Aser, ida allí en edad avanzada, y que había vivido siete años con su marido desde su virginidad.
9. Y era viuda de hasta ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo a Dios de noche y de día con ayunos y con oraciones.
10. Ésta, pues, sobreviniendo en la misma hora, alababa igualmente al Señor, y hablaba de él a todos los que, en Jerusalén, esperaban la redención de Israel.
11. Mas, cumplidas todas las cosas que la ley del Señor mandaba, María, José y Jesús regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazareth.

Los magos que llegaron de Oriente

VIII 1. Y, como fue nacido Jesús en Bethlehem de Judea, en días del rey Herodes, he aquí que unos magos vinieron del Oriente a Jerusalén, y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarlo.
2. Y, oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
3. Y, convocados todos los príncipes de los sacerdotes y los escribas del pueblo, inquirió de ellos dónde había de nacer el Cristo.
4. A lo que contestaron: En Bethlehem de Judea. Porque escrito está por el profeta. Y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, no eres muy pequeña entre sus príncipes, porque de ti ha de salir un conductor, que guiará a Israel, mi pueblo.
5. Y entonces Herodes, llamando a los magos, averiguó de ellos el tiempo de la aparición de la estrella.
6. Y los envió a Bethlehem y les dijo: Id allá, y preguntad con diligencia por el niño.
7. Y, después que lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también lo adore.
8. Y ellos, en oyendo al rey, se fueron, y la estrella que habían visto en Oriente iba ante ellos, hasta que, llegando, se situó sobre donde estaba el niño.
9. Y, viendo la estrella, se regocijaron grandemente.
10. Y, entrando en la casa, vieron al niño con su madre María.
11. Y, prosternándose, lo adoraron, y abrieron sus tesoros, y le ofrecieron oro, incienso y mirra.
12. Y, habiéndoles sido dicho en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su país por otro camino.

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